Vale.

Igual se me va la olla.

Pero llevo varias semanas con un runrún extraño.

Dándole vueltas a cosas.

A todo.

Hace unas semanas, por Twitter comentaba con Noemí Carro que estas reflexiones suelen derivar en 2 cosas:

  • Me mudo.
  • Planifico un viaje.

También se han dado casos que incluso las 2 juntas.

Esta vez, he añadido una tercera variante.

  • ¿Y si dejara de coger clientes nuevos hasta pasado septiembre?
  • ¿Y si lo alargara más?
  • ¿Y si me quedara todo este 2020 sin nuevos clientes?

En esas estoy, con estas divagaciones extrañas.

[AVISO A NAVEGANTES]

Este post es una suerte de locura transitoria por mi cabeza.

Lo más probable es que se convierta en un ego-post que te aporte poco.

Un yo, mí, me, conmigo de manual, vamos.

Ahí dejo el aviso, y sigo.

[toc]

Necesito desconectar.

Los últimos meses han sido de mucho trabajo.

Mucho, mucho trabajo.

Por cuestiones que no vienen al caso, se me duplicó la carga de trabajo en abril.

Con perspectiva, creo que lo gestioné mal. Pero eso sería para otro post.

El caso es que, unido a “las circunstancias especiales de 2020” (primera mención, pero no última), se acumularon varias cosas:

  • Rompí hábitos productivos.
  • Me metí en jardines que no supe calcular cuánto me llevarían.
  • Se me olvidaron los horarios y los fines de semana.

Conclusión: semanas de trabajo non-stop, listas que crecen con más tareas de las que tachas e ideas que se acumulan sin poder ejecutarlas.

Por lo menos, la cabeza seguía generando nuevas ideas a buen ritmo.

Buena señal.

El problema es que, cuando entras en esa espiral de trabajo (entra cliente, coges cliente, haces proyecto y ¡siguiente!) es muy difícil parar.

Pero se me quedaba el runrún.

Y el runrún derivó en pensar: ¿seguro que quieres seguir así? ¿Tiene sentido todo esto?

Y aquí estamos divagando juntos. Otras veces, me mudo o planifico un viaje.

Ahora subo un grado más de locura.

¿Y si paras unos meses para coger aire y darle forma a lo que realmente quieres hacer – profesionalmente – con tu vida?

Y, de paso, igual también organizo lo del viaje y aprovecho para mudarme. Por hacer el pack completo y darle un giro loco a 2020, que parece que está sosito.

Hola, COVID19. Adiós, planes de Santy.

Correcto.

A todos nos ha trastocado esto.

Y, de hecho, tengo suerte de que me haya tocado tan poco.

El bicho no me ha afectado ni a mí ni a los míos. Así que todo bien.

Pero está claro que ha sido una locura.

Cuando empiezo a escribir este artículo estamos a 31 de julio.

Yo tendría que estar volando desde Bali en ese mismo momento.

Después de más de 3 meses recorriendo el sudeste asiático.

Lo contaba en mi resumen de 2019.

Qué diferente se ha quedado el tema. En mi cabeza, esos 3 meses me iban a servir de experiencia para otra forma de vida y para cambiar mis hábitos de trabajo también. Balanceando trabajo, networking y turismo en un entorno que no he visitado antes.

Pero la realidad ha sido lo que te contaba antes: muchísimo trabajo, poco espacio para pensar y escaso contacto con otros temas.

Lo comentaba el otro día con otras dos sabandijers de PRO, Carlota Galván y Nia:

Supongo que en mi cabeza ya tenía esos meses agendados para reflexionar. Y me los está reclamando.

(Por cierto: mientras yo divago Nia se ha sacado un proyectazo bestial en aventuradeverano.com, altamente recomendable).

Esto va de dinero… o no.

Vamos a por la primera incongruencia confesa en este artículo.

Lo lógico es que, si te planteas cambios, es porque las cosas no van bien.

Pero la realidad es que no van mal.

De hecho, puedo decir que quedan 5 meses por delante y ya he facturado lo mismo que en 2019.

Y este mes de julio ha sido, con diferencia, mi mejor mes de facturación.

Pero aún así, ahí está el runrún.

A ver, no me tomes ahora por un gurú montado en el dólar y viendo cuando me mudo a Bali definitivamente.

Solo son, comparativamente, mejores números que el año pasado.

Y podría seguir así, haciendo crecer esa cifra con el mismo plan hasta el 31 de diciembre.

Pero luego lees al sabandijer Álvaro Sánchez o a Nudista Inversor y te hacen plantearte cosas.

Igual es mal plan lo de cambiar tiempo por dinero.

Igual tienes que dejar de alquilar tu tiempo.

Igual tienes que dejar de hacer trabajos de los que solo se cobran una vez.

Y empezar a buscar cómo maximizar esos ingresos.

Y empezar a darle más importancia al dinero para poder dedicarle tiempo a lo que realmente importa.

Seguro que también tienen mucha culpa del runrún sus palabras.

Para conseguir todo esto, tengo que poner el foco en 3 puntos:

  • Diversificar: que la facturación a los clientes no suponga un % tan importante en mis ingresos.
  • Delegar: porque me cuesta horrores dar este paso y mis dos manitas llegan donde llegan.
  • Crear procesos: y retomar hábitos productivos que permitan encajarlo todo y optimizar cada tarea.

Igual tú puedes conseguir procesar todo esto con una carga de trabajo alta. A mí, me resulta imposible.

Así que tengo que bajar el ritmo para poder afrontar esos cambios.

¿5 meses sin clientes viviendo del aire?

No hombre, no.

La idea no es vivir del aire ni tirar a pulmón esos 5 meses para reventar los ahorros.

Tengo varios proyectos en proceso que acabarán antes de septiembre.

También algunos mantenimientos y otros clientes que van pidiendo nuevas cosas casi cada mes.

Con eso no me acercaré a la facturación de estos meses atrás… pero el resto tendré que tomarlo como inversión en el proceso de mejorar.

Podría terminar mi web

La primera opción sería trabajar también en mi propia web.

Sí, esta en la que estás ahora mismo y que es básicamente un puzzle con piezas diversas que he ido montando para salir del paso.

Debería ponerle orden por primera vez y empezar a ofrecer mis servicios desde aquí.

Pero llegamos al siguiente drama:

¿Qué ******** quieres hacer, Santy?

Pues eso, que no tengo ni idea.

Ahora mismo tengo muchos frentes abiertos. “Hago” muchas cosas.

Y no tengo claro cuál es la que quiero potenciar y ofrecer a mis futuros clientes.

Una cosa es tocar varios palos, que siempre lo defenderé frente a la hiperespecialización. Y otra muy diferente liar al cliente ofreciendo demasiadas cosas.

En esas estoy. Intentando decidir.

Las últimas semanas he tenido conversaciones muy buenas con Gisela Bravo, con Pau Gallinat (aka Pablo Marketer) o con Jordi Torrijos, entre otros. Hablando sobre automatización, martech, no code y cosas similares…

Es un área que me llama muchísimo la atención, pero que solo he practicado para consumo propio.

¿Tendría sentido darle forma como servicio?

Formación, foco y mejora

¿Servicio puro y duro? ¿Más consultoría? ¿Más formación? ¿Mejor otra cosa o una mezcla de todo? 

Así tengo la cabeza.

En toda esta vorágine también destaco la brillante newsletter de Joan Tubau.

Y me está tentando mucho su plan de formación Cardinal X. Igual es la solución para poner ese foco, ordenar mi cabeza y saber qué quiero proyectar profesionalmente de cara a 2021.

En septiembre hay nueva edición. Y tengo casi decidido al 100% que allí estaré.

Dedicar tiempo a Side Projects

Adoro los Side Projects. Como vía de escape, como bancos de pruebas y como oportunidades para encontrar buenos compañeros de viaje.

En el último año estas oportunidades se han multiplicado. Y tengo que empezar a darles, al menos, la misma importancia que si fueran un buen cliente.

Técnico RGPD

A primeros de año lanzaba junto a Marina Brocca el proyecto de tecnicoRGPD.com, una plataforma de formación sobre la aplicación del RGPD en páginas web y negocios digitales.

Ahora mismo tenemos 2 cursos disponibles: uno orientado a profesionales WordPress y otro a Delegados de Protección de Datos.

Tanto Marina como yo estamos contentos con la acogida y los resultados… pero queremos más. Tenemos muchas más ideas de nuevos formatos y contenidos que queremos trabajar y explorar.

Y son temas que requieren mucho tiempo y dedicación.

Elemendas

Otro proyecto que está creciendo a buen ritmo y nos tiene muy contentos es el de elemendas.com

Aquí, mis compañeros de viaje Ángel Zinsel y Santi Becerra están en un proceso creativo muy alto. Con nuevas ideas, nuevos formatos y nuevos contenidos de cara a la vuelta del verano.

Por mi parte: necesito darle un empujón y dedicarle el tiempo que se merecen el proyecto y la comunidad que se ha formado a su alrededor.

Además, Santi y Ángel están trabajando mucho esos puntos de foco y procesos que decía antes en su proyecto de WPCombo. Envidia (de la sana) ahí.

Entrevistas.pro

Otro proyecto, esta vez junto a un crack del podcasting (y buen amigo) Iván Patxi.

Hicimos un primer lanzamiento de entrevistas.pro en enero… y lo dejamos un poco en stand by, para ver cómo evolucionarlo.

Al final la avalancha hizo que no pudiéramos dedicarle tiempo. Y puede que sea el momento de ponerle un poco de foco para sacarlo adelante.

Mr.Kii

Mi primer side project junto a mi gran amigo (y excelente fotógrafo) Norberto Gutiérrez.

Cuando montas un proyecto orientado a fotografía corporativa (en espacios de trabajo) y a eventos de negocios… lo del confinamiento, el trabajo remoto y la prohibición de eventos te pilla medio regular (hablando suave).

Aquí toca reinvención: analizar qué podemos aportar al mercado y cómo podemos llegar a ello sin perder nuestras señas.

Otros proyectos

Ya decía al principio que las ideas, por suerte, no han parado de surgir en este proceso.

Tengo notas por muchas partes pensando en nuevos proyectos. 

Son proyectos de los que me divierten, que puedes lanzar en un par de tardes para validar la idea y ver si a algún loco más le parece útil… y ya ir viendo después cómo evoluciona.

De momento hay 2 con bastante forma. Uno de ellos hasta tiene el dominio comprado. Y hasta ahí puedo leer.

Cambio en el modelo de negocio

Tomar esta decisión y todos los cambios asociados van a suponer un choque con mi modelo de negocio actual.

Gran parte de mis proyectos a día de hoy provienen de colaboraciones con agencias y otros profesionales.

Es un perfil de cliente que siempre me ha resultado cómodo.

Hacer un parón de 5 meses e incluso plantear tener una disponibilidad menor para proyectos de cara al futuro y ser mucho más selectivo con qué proyectos quiero hacer, es difícil de encajar en el trabajo con agencias.

Seguramente toque virar ese cliente ideal y la forma de conseguirlo.

Aquí, el enfoque de Rafa Moya (al que conocí en Sin Oficina) y su lista de espera para avisar de su disponibilidad me parecen una genialidad que igual me sirve de inspiración.

Entonces… ¿qué piensas hacer, jomío?

¿No te había dicho al principio que aquí estaba divagando?

Pues eso, que no tengo ni idea de qué y cuándo hacerlo.

  • Seguir como hasta ahora.
  • Tomar unas semanas/meses de reflexión para poner en orden cosas y coger fuerza.
  • Darle un cambio completo a lo que ofrezco, cómo lo ofrezco y a quién se lo ofrezco.
  • Y lo de mudarme y viajar, también.

Aunque, como me dijo una gran amiga con otra situación importante:

“En realidad, ya lo tienes decidido… solo te falta ponerle fecha”

Seguiremos informando.

Gracias por leer 😉

PD: por si te lo planteas (yo lo he hecho) he usado la palabra runrún hasta 6 veces, contando ésta).